TRN-CIENGRAMOS

Nombre: TRN-CIENGRAMOS

Localización: GRANADA

Año de fundación: 2011-2013

Entidad Jurídica/modos de organización: ASOCIACIÓN CULTURAL TRN-LABORATORIO ARTÍSTICO TRANSFRONTERIZO

Integrantes del equipo: ANTONIO COLLADOS ALCAIDE Y PATRICIA GARZÓN MARTINEZ

Resumen:

Ciengramos es un proyecto editorial vinculado a TRN-Laboratorio artístico transfronterizo. Su objetivo fundamental es tratar de investigar, editar y publicar experiencias culturales de la ciudad de Granada que no hayan sido lo suficientemente difundidas -o no hayan encontrado una plataforma adecuada para su comunicación- y consideremos relevantes para pensar nuestro presente social, político y cultural.

Nuestras ediciones son series limitadas y numeradas. Ciengramos es un proyecto editorial independiente sin afán de lucro. Los beneficios obtenidos con la venta de sus publicaciones se dedican íntegramente a la producción de nuevos proyectos editoriales. Calculamos el precio de venta de cada obra para permitir la sostenibilidad del proyecto y compensar los gastos de producción de nosotros como editores y a los autores. Sin el apoyo y entusiasmo de estos últimos Ciengramos sería imposible e inviable.

Necesitamos poder sostener el proyecto con la venta de ejemplares pero también nos interesa distribuir el conocimiento generado en este proyecto. Las ediciones de Ciengramos se distribuyen bajo una licencia Creative Commons 3.0. Los contenidos, salvo que no se indique lo contrario, mantienen esta misma licencia.

Breve descripción del proyecto:

TRN fue concebido como laboratorio artístico transfronterizo, un lugar híbrido en red para la experimentación, difusión y debate de las prácticas artísticas contemporáneas. Surgió en Granada en abril de 2011 a través del impulso de Fernando García Méndez y Antonio Collados.

Durante su etapa #0 (abril 2011- junio 2012) TRN ocupó un espacio concreto de la ciudad: una casa en alquiler en el barrio de La Chana -ahí donde los coordinadores habitamos-, es decir tenía un carácter pretendidamente doméstico y amateur.

El funcionamiento durante esta etapa fue sencillo: TRN proponía a agentes culturales de la ciudad la realización de proyectos artísticos específicos para el lugar y estos proyectos se presentaban abriendo el espacio (la casa) en un día y horario determinado (no había una dinámica preestablecida). Generalmente potenciamos la realización de proyectos inéditos e insólitos, procurando que los creadores establecieran dinámicas de colaboración que hicieran acontecer proyectos no habituales dentro de sus carreras profesionales.

TRN fue y sigue siendo (hoy convertido en asociación cultural) una iniciativa independiente sin ánimo de lucro nacida con el objetivo de constituirse en un punto de encuentro entre personas interesadas y vinculadas de formas diversas a la cultura contemporánea en Granada. TRN surgió ante el decrecimiento de espacios para la creación en Granada, una ciudad que reconoce la energía generativa de la misma, pero en la que notamos la escasez de espacios institucionales e incluso informales para la circulación de propuestas artísticas.

TRN quiere ser un espacio flexible y nómada. Acabada la etapa en La Casa de la Palmera el proyecto cultural se reconfigura, adopta nuevas formas y se adapta a otros espacios. Esa mutabilidad es signo del proyecto. Hoy TRN ha perdido vinculación espacial y se dirige a ser una plataforma de generación de proyectos.

Ciengramos es un proyecto editorial vinculado a TRN-Laboratorio artístico transfronterizo. Su objetivo fundamental es tratar de investigar, editar y publicar experiencias culturales de la ciudad de Granada que no hayan sido lo suficientemente difundidas -o no hayan encontrado una plataforma adecuada para su comunicación- y consideremos relevantes para pensar nuestro presente social, político y cultural.

Perfil

Palabras clave: auto-edición, granada, historia, contra-cultura, política cultural

Cómo empezaron

Hoy vemos como se está procediendo al desmantelamiento de infraestructuras dedicadas al arte, como caen programas de apoyo, como aumenta el ritmo de cierre de galerías y otras estructuras comerciales, etc, este es el panorama actual en España. Si hoy en Granada no tenemos ninguna galería dedicada al arte contemporáneo en 2009 nos sobrevino una crisis que estuvo a punto de eliminar del mapa al Centro Guerrero. Tristemente, la ya única institución cultural pública dedicada exclusivamente a la producción y difusión del arte contemporáneo en Granada. La crisis se debía a los intentos de los responsables últimos de la Diputación de Granada -a la que pertenece- (Presidencia y Diputada de Cultura) de dar un giro al programa cultural del Centro, sin asesoramiento, sin consultas técnicas, sin un proyecto sustituto solvente, y sin justificación y necesidad alguna. Lo interesante de esta crisis es que si la decisión de la Diputación era clara respecto a la eliminación del Centro Guerrero, aún más decisiva y fuerte fue la presión de la sociedad civil granadina para defender la permanencia y vigencia del programa cultural del Guerrero.

Como reacción a la decisión de la Diputación se conformó la Plataforma Por el Centro Guerrero, un grupo informe, que consiguió articular la protesta y emprender un proceso de defensa que se extendía a la calle -agit pro-, a los despachos de negociación -como voz legitimada para oponerse a la decisión de la Diputación-, y al ámbito jurídico -estudiando y tomando medidas legales que fueron definitivas para parar el proceso-. Sacamos a relucir esta situación local porque ella dio lugar a una toma de posición de la sociedad en general, pero del ámbito artístico en particular, que permitió lateralmente establecer puntos de encuentro -de debate de las acciones de la plataforma- para pensar más allá de la situación del Guerrero en la salud de las estructuras y redes dedicadas al arte contemporáneo en la ciudad, en Granada. El espacio de encuentro y reunión en el que devenían las convocatorias de la plataforma hacía transparente y común la necesidad de alcanzar un compromiso real de todos nosotros por cambiar la trayectoria decadente de la escena artística en la ciudad.

Así surge un espacio como TRN, una apuesta desde lo doméstico por crear un espacio para incentivar el encuentro entre gentes vinculadas e interesadas en la ciudad por las prácticas artísticas contemporáneas. Esto se hacía a partir de la generación de un programa de actividades y exposiciones que se desarrollaban en una casa en alquiler en un barrio periférico de Granada (la Chana). Es un barrio tradicionalmente obrero y con alta inmigración, próximo a las Facultades de Bellas Artes y Arquitectura. Mientras las escasas infraestructuras que programan arte contemporáneo se sitúan en el centro de la ciudad, en la zona histórica, TRN aprovechaba la cercanía con la facultad de Bellas Artes y Arquitectura sobre todo para convertirse en un espacio afectivo y efectivo en el objetivo de generar sinergias y encuentros entre distintas generaciones interesadas y dedicadas a la reflexión y práctica del arte contemporáneo en Granada: estudiantes, docentes y profesionales del arte.

Aunque la impulsaron dos personas (Fernando G. Méndez y Antonio Collados), con los pocos medios de los que disponían, un salón rehabilitado (más bien maquillado) y la red de contactos -el capital social- construido a lo largo de varios años participando activamente en la vida cultural de la ciudad, pronto TRN se convirtió en un espacio vivo dotado con una programación diseñada y ejecutada de manera colaborativa. Lo importante y fundamental de este proyecto fue que logró que muchas personas tomaran conciencia y se descubrieran implicadas en la tarea de intervenir en el devenir de las políticas culturales de la ciudad -aunque fuera a una escala micro-. TRN fue posible por la suma de capitales de un amplio grupo de personas, comprometidas desde el inicio en todas las tareas necesarias para el desarrollo y sostenibilidad del proyecto: desde el diseño del programa, su producción, la difusión, la búsqueda y aportación de recursos, etc.

Después de dos años de actividad en La Casa de la Palmera -así se conocía popularmente la vivienda que ocupaba TRN-, abandonamos el domicilio, nos mudamos, e interrumpimos la programación. Obviamente, estos proyectos generan un cierto desgaste, sobre todo de consumo de energía y de tiempo dedicado. Pasa comúnmente, que si no hay un cuidado consciente de desarrollar estructuras o sistemas organización y gestión eficaces, compartidos y bien definidos, el desarrollo de proyectos como TRN acaban por ser muy dependientes de los avatares vitales de las personas más activas y que han asumido más responsabilidades en ellos. Y esto en principio ni está bien ni está mal, simplemente pensamos que hay que plantearse esta cuestión, vinculada a la sostenibilidad de estos espacios, de una manera consciente

Cuando pusimos punto y final a la programación de TRN en el espacio de La Casa de la Palmera reunimos a la gente que durante ese tiempo de una manera más intensa se vinculó al espacio, para con ellos pensar conjuntamente en los logros y dificultades de la experiencia y unas posibles siguientes fases de despliegue del proyecto TRN en Granada. Entendemos que de algún modo hay que saber articular los deseos particulares -la necesidad o el interés de hacer tal o cual cosa- con las necesidades y demandas del contexto -aquello que entiendes necesario o urgente realizar para provocar un beneficio concreto-. TRN resolvió abrir su estructura organizativa, dotar a la plataforma de entidad jurídica y re-definir la naturaleza del proyecto. En estos momentos TRN ha perdido vinculación espacial para convertirse en una plataforma generadora de proyectos. TRN es la base desde la que se despliegan iniciativas culturales surgidas a propuesta de personas o grupos con vínculos de afinidad con el proyecto. Por ejemplo, los artistas Paloma Gámez, Marisa Mancilla, Ángeles Agrela, José Piñar y la productora Sonsoles Pizarro están poniendo en marcha Grupo de Fe, una editora musical para sacar a la luz proyectos musicales que muchos artistas visuales realizan casi como una “Cara B” no muy conocida de su trabajo. O Patricia Garzón y Antonio Collados están detrás del proyecto editorial denominado Ciengramos que trata de investigar y difundir experiencias culturales del pasado reciente de la ciudad de Granada cuya lectura podemos considerar relevante y estimulante para pensar nuestro presente político, social y cultural.

Cualquiera de estos proyectos conecta con el interés por contribuir a dinamizar una escena artística local bastante esquilmada por pura dejadez nuestra (quizás, previo a la crisis del 2008-2009, tuvimos unos años cómodos, en los que dejamos gran parte de la responsabilidad de cuidar las escenas de producción cultural locales a las instituciones), por el cansancio de muchas personas con años acumulados de resistencia y también porque las condiciones de producción del sector son cada vez más difíciles.

Filosofía de trabajo

Para nosotros cualquier producto o acción, sea la presentación de una intervención artística, de un libro o de una obra musical es una oportunidad para el encuentro, porque ese estar juntos lo consideramos hoy como el punto de inicio imprescindible y necesario de cualquier movimiento, de cualquier regeneración de la escena cultural. Estamos asistiendo a la emergencia de nuevas formas de organización política (decrecimiento cultural, cooperativas de consumo, 15M, mareas, movimientos municipalistas, etc.) que están transformando los modos de estar y participar en democracia. Sentimos que hay una nueva politización de la vida pública y que la cultura y sus instituciones, también deber verse interpeladas por estas nuevas formas de organización.

Nosotros participamos de una manera de entender la cultura como producción colectiva. Entendemos la naturaleza generativa de la misma, de cómo nuestras producciones forman parte de una tradición, de una herencia (Rogelio López Cuenca, fijó muy bien esta idea en su texto J(e m)’acuse, el cual suscribimos).

En este sentido, la labor que desarrollamos desde TRN-Ciengramos tiene que ver por una parte con una decidida voluntad de participar activamente en el debate de las políticas culturales locales, desde una perspectiva propositiva y no solo especulativa, y por otra parte, con el intento de contribuir a generar una contramemoria de la ciudad, de rescatar episodios, lugares, historias que en los relatos oficiales no han sido señalados o en algunos casos son voluntariamente oscurecidos. Esta sería la línea genealógica que nos gustaría hilvanar desde TRN-Ciengramos con otras iniciativas anteriores de las que continuamente extraemos aprendizajes significativos.

Además, este proyecto es pretendidamente amateur y doméstico. Está atravesado por el placer de encontrar en cada libro o proyecto editorial en el que nos embarcamos la oportunidad de tejer nuevas relaciones afectivas con gente que nos interesa. Como decía André Bretón “se publica para encontrar camaradas”, y en este sentido nuestro espacio de producción, que es también nuestro hogar, deviene en lugar de encuentro con personas con las que compartimos aprendizajes significativos en direcciones muy diversas. Decimos habitualmente que “nos gusta hacer aquello que no sabemos hacer”, ahí es cuando la casa se transforma en laboratorio de producción.

Trabajo Real (organización, metodología…)

Como hemos dicho antes los proyectos que impulsamos desde TRN como Ciengramos o Grupo de Fe los realizamos robándole horas al descanso. Cada uno de nosotros trabajamos en sectores diversos aunque más o menos relacionados con el ámbito cultural. De algún modo estamos implicados en TRN por militancia cultural, es decir, por desarrollar dispositivos y espacios en los que puedan crearse redes de colaboración y producción cultural.

Nuestra organización es precaria y depende mucho de los ritmos personales de cada cual. Impulsamos proyectos siempre que nuestra ocupaciones “alimentarias” nos lo permiten. Solemos diseñar programas o líneas estratégicas a medio plazo, que se ven entrecruzadas por oportunidades o descubrimientos que salen al paso. Como también decíamos, solemos provocar encuentros para dar la ocasión de trabajar con alguien o sobre algo que nos apetezca por algún motivo. En esto TRN y sus proyectos editoriales tienen mucho de caprichoso.

Modelo de gestión (sostenibilidad-financiación)

Imagino que muchos coincidimos en que esta cuestión de la sostenibilidad, cuando hablamos de prácticas que se mueven dentro del ámbito de la “auto-gestión”, es uno de los asuntos críticos que continuamente se debaten. Aquí no nos queda otra que experimentar fórmulas, aprender de experiencias similares, equivocarnos incluso…pero de algún modo tenemos que afinar la ingeniería de captación de recursos si,

-queremos asegurar que las iniciativas (espacios y programas) puedan desarrollarse y mantenerse el tiempo necesario para ser significativas y ejercer una influencia real en su contexto;

-si aspiramos a que estas iniciativas de carácter independiente puedan profesionalizarse -si es que este es su objetivo-, es decir generar una economía mínima para mantener el programa y recompensar económicamente a las personas que trabajan en él;

-si queremos salvar la muchas veces necesaria contribución subsidiaría que hace la administración. No hacen faltan pruebas para saber que este es uno de los asuntos mas graves y delicados para las personas y grupos involucrados en la creación y gestión de proyectos culturales independientes de las administraciones públicas (aunque me atrevería a decir que es el principal problema al que hoy se enfrenta cualquier institución gubernamental -o no- dedicada a la cultura).

Desde TRN, casi como quien invierte en su hobby, comenzamos trabajando con presupuestos mínimos, es decir, no aspiramos a producir aquello que no podíamos afrontar con nuestros propios medios. Pronto encontramos que las circunstancias que animaban nuestro proyecto hacían que otra gente se implicara y colaborara en él. Digamos que nuestro radio es en cierta medida muy local y eso facilita encontrar voluntades ya que los efectos de nuestros proyectos se siente de manera cercana e inmediata. Con las ediciones hemos intentado, y aún seguimos así, que la economía generada por un proyecto, los beneficios que obtenemos, permitan generar un nuevo proyecto. Es decir, que a día de hoy solo hemos conseguido que los beneficios de un proyecto reviertan en la producción de uno nuevo. Aunque no sea nuestra intención, tampoco hemos conseguido generar capital que podamos redistribuir en pago a tareas. Por otra parte, tampoco quisimos impulsar un proyecto que para subsistir nos obligara a dedicar tiempo a la gestión de ayudas y subvenciones. Esto no es algo que nos apetezca hacer. Hemos tenido sin embargo la fortuna de poder hacer proyectos en colaboración con instituciones como UNIA arteypensamiento y el Centro José Guerrero, que han hecho posible que nos embarcáramos en iniciativas que no hubiéramos podido desarrollar con nuestros propios medios.

Aprendizajes-referentes (actuales o históricos)

Nuestros referentes están por una parte del lado de la gestión de espacios independientes, pero por el contexto en el que se inserta esta ficha nos gustaría citar algunos ejemplos de personas, proyectos o plataformas cercanas al ámbito de la edición que consideramos nos han influido en tiempos y maneras diversas. Estos son: Lucy R. Lippard, Printed Matter, Bruno Munari, Ulises Carrión, Group Material, Temporary Services, AREAChicago, The Center for Urban Pedagogy, REPOhistory, Bruce Mau, Miguel Benlloch, Traficantes de Sueños, Alias, Ediciones Originales, UNIA arteypensamiento, el Centro José Guerrero… serían muchos, dejémoslo aquí.

Fortalezas del Proyecto

Que Ciengramos sea un proyecto amateur nos quita mucha presión, sobre todo, respecto a los tiempos de edición. También nos podemos permitir licencias que en el trabajo institucional o comercial no tendríamos. Nos damos bastante cancha a la hora de hacer lo que queremos hacer, aunque sospechemos incluso que nos estamos equivocando.

Una fortaleza del proyecto es que sentimos como se ha convertido en una voz respetada en el contexto cultural de Granada. Tiene un amplio capital social y eso le permite encontrar fácilmente colaboración ante las necesidades o deseos que salen al paso.

Debilidades

La dependencia del proyecto a personas concretas podría deberse como una debilidad del mismo, aunque en este caso no entendemos la estructura y organicidad del proyecto sin este fuerte vínculo.

Las dificultades tienen que ver con determinada falta de experiencia y formación en necesidades específicas del proceso de edición y por otra parte con todo lo relacionado con la distribución y comercialización del proyecto. Nuestra economía no puede permitirse contratar distribución profesional y eso limita las posibilidades de que nuestra publicaciones tengan mayor alcance. Por otra parte al tener que realizar todas las tareas de la cadena editorial solo dos personas asumimos picos de carga de trabajo muy alta que roza la “autoexplotación”. Y ese es un peligro que asoma comúnmente en proyectos de esta naturaleza.

Motivaciones para seguir trabajando

Creemos que se puede resumir en “nos gusta lo que hacemos” y aunque quizás no al 100% también en “cómo lo hacemos”. Pero la motivación principal es que nos metimos en cuestiones editoriales porque es un ámbito que nos interesaba y creemos que la mejor manera de aprenderlo es haciendo. Ensayo-Error.

Redes /Colaboradores/agentes asociados

Nos gustaría hablar de nuestra relación con esos espacios que tanto nos apasionan como son las pequeñas librerías o tiendas de discos, espacios casi fetichistas fundamentales para sostener la cultura de base. Tenemos en Granada muy buena relación, incluso camaradería con espacios como Librería Bakakai, Úbu libros, Discos Marcapasos o Discos Bora-Bora. Se han convertido sus gerentes en compañeros y consejeros de nuestro proyecto. Otros, como la librería La Fuga en Sevilla o La Caníbal en Barcelona también forma parte de esa red que permite que nuestros libros tengan visibilidad. Tratamos de cuidarlos y nos cuidan.

Tendríamos que citar a muchos colaboradores, porque nuestros libros son posible gracias a que los autores colaboran en la mayoría de los casos desinteresadamente. Institucionalmente, de nuevo señalar al Centro José Guerrero y a UNIA arteypensamiento, entidades que comparten preocupaciones y proyecto político.

Sobre el trabajo de edición. ¿Qué es para vosotros editar?

Permitidnos recurrir a algunas citas:

“Todo libro ha de tener algo de bomba, de acontecimiento que al suceder amenaza y pone en evidencia, aunque sólo sea con su temblor, a la falsedad”, María Zambrano.

“Mejor darle la pluma a aquel que no se dedica a escribir y esperar a ver que pasa…con el y con el que le lea, porque la finalidad de la escritura es la lectura”, Valcárcel Medina.

“Todo verdadero editor compone, sin saberlo o a conciencia, un único libro formado por todos los libros que publica”, Roberto Calasso.

“Si un catálogo o una colección, es realmente bueno, si está bien elegido, crea un espacio nuevo, distinto de los surgidos de cada obra, un espacio que sirve al coleccionista para explicar su propia mirada sobre la realidad”, Luis Miguel Solano.

“All books that are not made, are, at least, just as important”, 4478.zine

¿Qué valoración hacéis de los encuentros?

Una muy buena oportunidad de conocer personalmente a gente con la que compartimos experiencias y ambiciones y poder saber de primera mano la naturaleza y salud de sus proyectos. Ha sido significativo también las dificultades para encontrar proyectos que se mueven en el ámbito de la edición y las artes plásticas en Andalucía, algo que no ocurre en otras regiones. El público interesado no ha sido muy numeroso, quizás por falta de información o de interés o por otras dificultades que desconocemos, lo que contrasta con el boom que vive la auto-edición según vemos en internet. En cualquier caso creo que la función de todo proyecto es también generar su público. En este sentido, creemos que ha sido un buen paso lanzar estos primeros Encuentros Sobre.